En este primer día de ruta vamos a recorrer la parte orensana del Cañón del Sil, para nosotros la más bonita. Aún dejaremos para mañana cosas que ver en la provincia de Orense, como el pueblo más bonito de la zona, Castro Caldelas.
Comenzaremos la jornada haciendo una pequeña ruta de senderismo, para después alternar la visita a dos preciosos monasterios con un gran número de miradores con vistas impresionantes al Cañón del Sil.
Al final del artículo te dejo un mapa con todos los puntos de interés (los de este día aparecen en color azul), en el que puedes marcar y desmarcar el día de ruta que te interesa ver.
Índice de contenidos
- Ruta del Cañón del Río Mao
- Necrópolis de San Vítor de Barxacova
- Mirador de los Balcones de Madrid
- Mirador As Xariñas do Castro
- Monasterio de Santa Cristina de Ribas de Sil
- Mirador de Vilouxe
- Mirador de Pé do Home
- Mirador de la Presa de Santo Estevo
- Monasterio del Santo Estevo de Ribas de Sil
- Mirador Peñas do Castro
- Mirador O Bambán do Solpor
Ruta del Cañón del Río Mao
Comenzamos el día realizando la única de senderismo que haremos en el viaje. En realidad, no vamos a hacer esta ruta completa, sino la parte inicial y más accesible, el llamado Circuito de Naturaleza de la Pasarela del Río Mao, de 3,6 km de distancia. Si quieres más información sobre la ruta completa, consulta el post de Qué ver en la Ribeira Sacra en 2 días, en el que te hablo de ella.
Aparcamos el coche en la Fábrica de la luz, una antigua central hidroeléctrica. Para llegar allí, verás que en la carretera principal, cuando Google Maps te indica que has llegado, justo sale un camino con muchísima pendiente. Aunque parezca peligroso, está perfectamente asfaltado y en solo unos metros está la Fábrica de Luz.
A los pocos metros empiezan a aparecer unas pasarelas de madera, suspendidas unos metros del terreno, que nos acompañarán el resto del camino. Caminamos todo el rato paralelos al río Mao y desde el principio el paisaje es muy bonito, ya que estamos dentro del cañón del río.
La ruta es muy sencilla y fácil de realizar, apta para niños, pero hay que tener en cuenta que hay tramos de escaleras, por lo que no es accesible para sillas de ruedas ni carritos de bebé.
Al llegar a un puente, las pasarelas se acaban. Nosotros queremos ir a ver la Necrópolis de San Vítor de Barxacova, que nos han dicho que está a 15 minutos andando de San Lorenzo de Barxacova. Se puede ir hasta allí continuando la ruta por el camino que sigue a la izquierda del río (sin cruzar el puente). Pero aún faltan 2 km de fuerte subida hasta San Lorenzo y no tenemos mucho tiempo. Por eso decidimos, volver hasta el coche por el mismo camino que hemos venido e ir en coche hasta San Lorenzo.
Necrópolis de San Vítor de Barxacova
Aparcamos el coche en un parking habilitado a la entrada de San Lorenzo y siguiendo las indicaciones de los carteles, llegamos por un camino muy bonito que discurre por un bosque, hasta la Necrópolis. El camino es de unos 600 metros.
En la explanada podemos ver un conjunto de tumbas excavadas en la roca, que se aprecian muy bien desde lo alto de un promontorio, pero ojo, porque el ascenso a la roca es resbaladizo y hay que hacerlo con mucha precaución. También pueden verse desde unas pasarelas habilitadas entre las sepulturas. Aquí se han encontrado restos óseos datados en el siglo X y XI.
Mirador de los Balcones de Madrid
Tras veinte minutos en coche, llegamos al mirador más popular de la Ribeira Sacra. Dejamos el coche en el parking habilitado y al lado encontramos un mirador superior y unas escaleras, que nos conducen a la parte más inferior de la ladera donde hay un balcón sobre el Cañón del Sil.
El mirador construido es espectacular y la pendiente de las laderas es muy pronunciada, por lo que suponemos que será una de las vistas más bonitas del Cañón del Sil, pero hay bastante niebla y no podemos apreciarlo bien. Aún así, me gustó bastante.
El curioso nombre del mirador se debe a que muchos de los hombres de Parada del Sil tenían que emigrar a Madrid en busca de trabajo, muchos de ellos como barquilleros, y a este mirador se asomaban sus mujeres para despedirles.
Mirador As Xariñas do Castro
Continuamos el camino en dirección al Monasterio de Santa Cristina de Ribas del Sil, pero antes paramos en el Mirador As Xariñas do Castro, también llamado A Mirada Máxica. En realidad, son dos miradores seguidos en un mismo camino.
Aunque están al lado de la carretera, puede ser un tanto confuso el acceso. Para llegar a ellos, hay un camino justo pegado a un camping, que está señalizado con un cartel en la carretera que pone A Mirada Máxica. De todas maneras, se puede entrar a través del camping, por detrás del restaurante.
Llegamos a un primer mirador, que está formado por dos impresionantes pasarelas que se adentran hacia el cañón del Sil. Las vistas son maravillosas, ya que ésta es una de las zonas del cañón en que las laderas están más empinadas.
Si sigues por el camino que ves a la derecha, al mirar de frente al mirador, encontrarás unos bancos y, unos metros más adelante, un pequeño mirador piedra. En realidad, todo el camino es un mirador, y según se va avanzando hacia el mirador de piedra, puede admirarse el cañón desde una mejor perspectiva que desde las pasarelas, ya que se ve de frente.
Monasterio de Santa Cristina de Ribas de Sil
A menos de un kilómetro de los miradores anteriores, se encuentra este precioso monasterio, a pie del cañón del Sil, entre un frondoso bosque de castaños.
Pequeño y recogidito, con un claustro y unos exteriores de cuento, este es el Monasterio, de los tres que hemos visto, que más nos ha gustado.
Uno de sus mayores encantos es el entorno, pero sin duda la iglesia románica no se queda atrás, siendo conocida como la joya del románico de la Ribeira Sacra.
Su origen se remonta al siglo X, sin embargo la iglesia procede de finales del siglo XII, momento en el que el monasterio se acoge a la orden benedictina. Fue un monasterio independiente hasta el siglo XVI, en el que pasa a depender del Monasterio del Santo Estevo de Ribas de Sil.
La iglesia es totalmente románica y en su sencillez y armonía radica su belleza. En el ábside central, por encima del altar, hay unas pinturas renacentistas del siglo XVI. Destaca, además, el rosetón y el campanario con aspecto de torre defensiva.
Salimos al exterior y accedemos al claustro por una preciosa portada románica.
Solo quedan en pie dos alas del claustro renacentista del siglo XVI, que es una auténtica maravilla.
Podemos subir a lo poco que queda de las dependencias en las que vivían los monjes. Desde una de las ventanas, obtenemos una buena vista de lo que para nosotros es lo más bonito del monasterio: el exterior del ábside central de la iglesia. Puedes verlo aún mejor al salir del claustro y rodear el monasterio y su iglesia.
🅿️ Parking: en temporada baja hay un pequeño parking gratuito. En temporada alta solo se puede acceder mediante un bus lanzadera que sale desde Parada de Sil. Se reserva entrada combinada junto con el monasterio.
🕒 Horario: ver horario actualizado aquí.
💰 Precio: 2 euros. Se recomienda comprar entrada anticipada ya que se agotan.
Mirador de Vilouxe
Para acceder a este mirador hay que dejar el coche en la entrada del pueblo de Vilouxe, junto a la iglesia, y caminar unos 800 metros. Atravesarás el pintoresco pueblo de Vilouxe y en un pequeño paseíto de 10-15 minutos llegarás hasta él.
Este mirador es considerado por muchos el mejor de la Ribeira Sacra, y es que la panorámica del meandro de Coto das Boedas es una de las más bonitas. Puedes verlo en la foto de portada de este artículo.
En él, la vista se produce a gran altura y en una zona muy escarpada, sin nada por delante que te distancie del cañón. Da la impresión de tener la roca de la otra orilla del río, al lado.
Volvimos hacía el pueblo de Vilouxe y allí nos quedamos a comer, ya que había encontrado, curioseando en Google Maps, un restaurante que no nos decepcionó en absoluto, el Alma Sacra. Con una decoración cuidada y un trato muy atento, este restaurante ofrece unos platos innovadores hechos a base de productos típicos de la zona.
Pedimos unas filloas rellenas de rabo de toro, un risotto de Portobello con jamón y parmesano y una oreja con cremoso de patata y mayonesa de sriracha. El risotto estaba muy rico, pero es que la oreja estaba espectacular. Picaba solo un pelín y le daba un toque buenísimo. La comida nos costó 56 euros. Un lugar muy recomendable.
Mirador de Pé do Home
En 10 minutos, llegamos al siguiente punto de interés, el Mirador de Pé de Home, mi favorito de la Ribeira Sacra.
Para llegar hasta él, hay que dejar el coche y caminar 1,5 km. En el mapa que tienes al final de este post, te marco dónde debes dejar el coche y dónde está el mirador.
El camino hasta allí, aunque es un poco largo, se nos hace muy llevadero porque el entorno es precioso. Está rodeado de árboles y arbustos, que ya han florecido, y tienen bonitos colores amarillos y lilas. Tiene una cierta pendiente, siendo la subida a la vuelta. Nosotros tardamos una hora y cuarto en hacer toda la ruta, pero fuimos con mucha calma.
El mirador está formado por dos plataformas de madera elevadas a más de 500 metros, desde donde hay una panorámica muy amplia del Cañón del Sil hasta el Meandro de Coto das Boedas. El cañón sigue siendo muy profundo en este punto, teniendo unas vistas maravillosas.
Si miras hacia abajo, a la derecha, se encuentran los restos de una albariza, construcción que se hacía para proteger las colmenas de los osos.
Continuamos andando hacia la izquierda del camino unos 100 metros, para llegar hasta el Mirador del banco, con unas bonitas vistas también, aunque no tan espectaculares. Desde aquí se aprecia bien la presa y el embarcadero de Santo Estevo, así como el embarcadero de Os Chancis, popular por salir en la serie El desorden que dejas.
Mirador de la Presa de Santo Estevo
Este es el único mirador a pie del río. El atractivo era ver la gran presa y las paredes del cañón del Sil desde abajo, lo cual me parecía interesante ya que no íbamos a ir en catamarán, pero la verdad es que no nos hizo mucha gracia. De todas formas, la ruta del día siguiente pasa por el propio Embarcadero de Doade.
Monasterio del Santo Estevo de Ribas de Sil
El Monasterio de Santo Estevo de Ribas de Sil es un imponente edificio, que en la actualidad ha sido reconvertido en Parador.
Este monasterio benedictino, que fue el más importante de la zona, tiene probablemente su origen en el siglo VI, si bien no hay documentación escrita de él hasta el siglo X. Sin embargo, la construcción del monasterio no comenzó hasta el siglo XII, alargándose hasta el siglo XVIII, estando presentes múltiples estilos arquitectónicos.
Aunque hay algunas partes reservadas a los huéspedes del Parador, puede verse todo lo relevante: los tres claustros y la iglesia aneja.
Comenzamos viendo la iglesia, ya que es lo único que cierra, y ya era algo tarde.
De estilo románico tardío, tiene tres grandes naves, con la peculiaridad de que el ábside central es más bajo que los laterales. En el interior, lo más destacado es un retablo pétreo románico con forma pentagonal, en el que está representando Cristo y los doce apóstoles.
La fachada del monasterio está construida en 1736 y es de estilo barroco. Destacan en ella, la imagen de San Benito y San Vicente, sobre dos columnas, y los escudos, entre los que se encuentran el del monasterio, representado con nueve mitras en honor a los nueve obispos que lo fundaron.
Al entrar, accedemos directamente al Claustro de los Caballeros, el más grande de todos. Obra de Diego Isla, es de estilo renacentista, del siglo XVI y tiene tres cuerpos. Uno de sus lados está formado por cristaleras, fruto de la restauración que fue necesario hacer. Allí se encuentra la cafetería del Parador.
Pasamos al segundo de los claustros, el Claustro de los Obispos. Éste y la iglesia es lo más antiguo del Monasterio. Tiene dos cuerpos: el inferior, de estilo románico, es el original, el superior, añadido con posterioridad, es de estilo gótico renacentista. Puede accederse al piso superior para verlo también desde allí. Aquí estuvieron enterrados los obispos fundadores antes de trasladarlos a la iglesia, de ahí su nombre.
Desde el Claustro de los Obispos se accede al Claustro Pequeño, llamado también Claustro do Viveiro. Es de estilo renacentista, llamándose así porque antiguamente estaba ocupado por una fuente en la que conservaban pescado fresco.
🅿️ Parking: tanto el subterráneo como el exterior es gratuito. Cuando hay mucha afluencia de gente, obligan a dejar el coche en un parking superior(hay trenecito por 3 euros para llegar).
🕒 Horario: la iglesia abre todos los días de 10:00 a 19:00. El parador puede verse sin horario, estando cerrado durante las vacaciones que establece la red de Paradores. Ver el horario actualizado aquí.
💰 Precio: gratis.
Mirador Peñas do Castro
Desde el Parador nos acercamos a este mirador cercano, en el que puede apreciarse desde lejos el majestuoso edificio del parador rodeado de bosques.
El mirador no tiene ningún otro interés que no sea el de esta vista.
Mirador O Bambán do Solpor
Hasta este último mirador acudimos a hacer la actividad para lo que está diseñado: ver la puesta de sol desde su columpio. En gallego, bambán es columpio y solpor, puesta de sol.
Me resultó decepcionante debido a que yo pensaba que el columpio tenía vistas al cañón del Sil y no es así. Aunque no es un sitio feo, considero que la mejor opción para ver el atardecer es viendo el cañón, así que yo no es el que te recomiendo para finalizar el día.
Había leído que aquí se veían unos atardeceres preciosos y, lógicamente, eso ya depende del día. Nuestro día no estaba completamente cubierto, pero sí algo nublado, así que no fue muy espectacular. Aunque, por supuesto, nos hicimos la fotografía instagramer de rigor 😅
Para cenar, fuimos a un restaurante cercano en Liuntra, el O Campanario. La comida estaba buena, aunque lo que pedimos no era nada muy original que destacara Sin embargo, el servicio dejó un poco que desear, nos sentíamos invisibles.
Y hasta aquí el primer día completo de ruta por la Ribeira Sacra. Si quieres ver qué hicimos al día siguiente, lee este post de Día 2 por la Ribeira Sacra: Qué ver en el Cañón del Sil en la provincia de Lugo.