Hoy tenemos por delante una larga ruta en coche, ya que cruzaremos casi toda Escocia de oeste a este, desde la isla de Skye hasta Dunkeld, donde visitaremos el Bosque Hermitage. Por el camino, visitaremos el que es considerado como uno de los pueblos más bonitos de Escocia, Pitlochry.
Dormiremos en un precioso hotel, en medio del bosque, situado en una localidad del condado de Perth, que tomaremos como base para las visitas de los próximos días. Como siempre, te dejo el mapa con los puntos de interés y la ruta en coche, al final del artículo.
La primera parada de esta ruta, el emblemático Castillo de Eilean Donan, se encuentra a una hora de trayecto desde Portree.
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Castillo de Eilean Donan
Si tuviera que decir qué imagen viene a mi mente cada vez que pienso en Escocia, el Castillo de Eilean Donan es sin duda la fotografía que evoco al pensar en las Highlands. Parte de la culpa, o en realidad fortuna, la tiene mi padre. Desde pequeña recuerdo oír a mi padre hablar de las Highlands y su deseo de visitarlas, y esa pasión se la despertó la película de Los Inmortales. Yo creo que se imaginaba andando por los alrededores del castillo y gritando como un guerrero aquello de ¡solo puede quedar uno! Y la verdad es que el papel le iba de perlas. A raíz de esta película y de las escenas rodadas en este castillo, se hizo muy popular, siendo uno de los principales iconos de Escocia.
Si quieres saber más sobre este castillo, consulta la Guía completa del Castillo de Eilean Donan que he hecho, en la que te cuento su historia, qué ver en el interior, mejores miradores y tipos de entradas y precios.
Tras visitar Eilean Donan durante más de dos horas, avanzamos un poco en nuestra ruta antes de parar a comer. El restaurante elegido es el Old Station Restaurant, a poco más de una hora desde el castillo. Es un bonito local en un entorno agradable, con una sabrosa comida que nos costó algo más cara que otros días, 85 libras. Se encuentra a medio camino entre Fort William y el lago Ness, así que también puede ser una buena alternativa si estás haciendo esa ruta.
Pitlochry
Después de comer nos dirigimos hacia Pitlochry, a menos de hora y media de viaje. En pocos kilómetros, la carretera discurre paralela al lago Laggan, entre bosques y montañas que nos recuerdan a un paisaje típico canadiense.
Al poco, entramos ya en el Parque Nacional de los Cairngorms, que iremos bordeándolo hasta llegar a Pitlochry. El paisaje va cambiando y volvemos a estar rodeados de montañas áridas, hasta unos kilómetros antes de Pitlochry que vuelven a aparecer los bosques.
La idea inicial era parar, antes de llegar a Pitlochry, en el Mirador de la Reina o Queen’s View. Pero apenas disponíamos de tiempo para ver Pitlochry y el bosque The Hermitage antes de que anocheciera, así decidimos prescindir de esta parada. Si tienes tiempo, las vistas parecen espectaculares y desde allí parten bonitas rutas de senderismo.
Pitlochry es uno de los pueblos con más encanto de Escocia, tanto por su arquitectura victoriana, como por el entorno natural que lo rodea. Se encuentra a las orillas del río Tummel y sus casitas de piedra de estilo victoriano son una auténtica cucada.
Nosotros paseamos por principalmente por Atholl Road, la calle principal, toda llena de hoteles y tiendas muy sugerentes para pasar largo rato curioseando. Uno de los rincones más bonitos es el hotel The Old Mill Inn, situado por detrás de la calle principal. Es un hotel en un molino reformado, que también es un pub con música en directo los fines de semana y tiene una preciosa terraza. La comida está muy bien valorada, por lo que parece una buena opción para comer en Pitlochry.
A lo lejos vemos una iglesia y nos quedamos con ganas de dar un paseo más largo, pero no disponemos de tiempo. El entorno del pueblo también es muy interesante: el paseo por el río Tummel, el lago Faskally en el que los salmones nadan a contracorriente cuando migran, la zona de Queen’s View o el bosque de Faskally, donde se celebra un festival de luces en el llamado Bosque Encantado.
La misma Reina Victoria dijo de este pueblo que era uno de los más bonitos de Europa. Por su belleza, además de por ser el centro geográfico de Escocia, a medio camino entre Edimburgo e Inverness, es una de las paradas más frecuentes en las rutas por Escocia.
El mayor atractivo natural que Pitlochry tiene cerca, es para nosotros el bosque The Hermitage, nuestro próximo destino.
Bosque Hermitage
The Hermitage es un bosque artificial que los duques de Atholl diseñaron, en el siglo XVIII, como sitio de recreo para su residencia en Dunkeld. Sobre una cañada abierta hicieron una plantación masiva de diferentes coníferas, convirtiéndolo en un impresionante bosque, siendo los abetos de Douglas los que más llaman la atención. Todo el sitio gira en torno al río Braan.
Los senderos del bosque están franqueados por impresionantes árboles, conduciéndonos en 10 minutos de paseo hasta las cataratas Black Linn. Puedes disfrutar de estas cataratas desde el puente de piedra, construido en 1770, o entrando en la Ossian’s Hall. Te recomiendo que no te pierdas ninguna de las dos.
La Ossian’s Hall se construyó en 1757 como un lugar de sosiego desde el que contemplar las cataratas, conociéndose originalmente como Hermitage (Ermita, en castellano). En 1782, se reconstruyó, transformándose el exterior en un templo circular de piedra, mientras que el interior, lujoso, pretendía crear un gran impacto en el visitante. La acústica del edificio aumentaba el sonido estrepitoso de las cascadas y una sala llena de espejos, creaba la ilusión de que el agua se derramaba por todas partes. Esta construcción se hizo en honor al mítico poeta Ossian, por ello el antes llamado The Hermitage, pasó a conocerse por todos como el Salón de Ossian (Ossian’s Hall). En 1869 dinamitaron parte de la sala en un acto vandálico y el lugar quedó abandonado.
En 1943, la octava duquesa de Atholl decidió donar este bosque al National Trust for Scotland. Esta sociedad de conservación escocesa, reconstruyó el edificio de forma más simple al original y todo el bosque del Hermitage se abrió oficialmente al público.
Un poco más adelante, en el camino, encontramos un tótem, construido en 2001, y posteriormente la Cueva de Ossian. Desde allí emprendimos el camino de vuelta al aparcamiento.
En el bosque, junto a las coníferas que se introdujeron en la época inicial, se ha producido una regeneración natural de árboles autóctonos como el roble, el avellano y el abedul. En cuanto a la fauna, es común encontrar ardillas rojas, garzas, mirlos acuáticos y, si tienes suerte, nutrias. Nosotros no tuvimos la suerte de ver ningún animal.
Si vas en otoño, fíjate en las cataratas, ya que debe de ser un espectáculo contemplar a los salmones saltando por ellas para dirigirse a las zonas de desove a lo largo del río.
Muchos de los caminos son accesibles y pueden hacerse con una silla de ruedas o un carro de bebé.
Al terminar nuestra ruta, nos fuimos a Dunkeld a cenar. Dunkeld tiene una catedral preciosa junto al río, que apenas pudimos ver por fuera, ya que casi no había luz. Tampoco pudimos visitarla ninguno de los días que estuvimos por la zona, ya que en ese momento cerraba los fines de semana. Puedes ver su horario aquí.
Cenamos en el Scottish Deli, un local de tapas españolas fusionadas con otras cocinas mediterráneas que, aunque la comida estaba buena, nos pareció carísimo. Te recomendaban coger 3 tapas por persona y cada una costaba una media de 8 libras.
Tras cenar nos fuimos a nuestro nuevo alojamiento, el Ballathie House, un hotel precioso con típica decoración británica.
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