En nuestro primer día en Venecia, visitamos la mayor parte de lugares imprescindibles que ver en Venecia: la Plaza San Marcos, la Basílica de San Marcos, el Campanile, el Palacio Ducal y el Puente Rialto. Pero si hay algo que no puedes perderte en Venecia, es pasear por sus canales.
Por ello, si te planteas qué ver en Venecia en 1 día, puedes seguir este itinerario, prescindiendo de ver el Palacio Ducal por dentro. Así, podrás dedicar más rato a recorrer sus calles y canales y, si aún te sobra tiempo, dar un paseo en barco por el Gran Canal.
Algunas de las zonas de canales más bonitas son las del Barrio de San Marcos y el Barrio de Cannaregio.
Como en todos mis artículos, te dejo un mapa al final del artículo, con todos los puntos de interés y el itinerario a pie que realizamos.
Nuestro recorrido por Venecia comienza en el punto más importante de la ciudad: la Plaza San Marcos.
Índice de contenidos
Plaza de San Marcos
La Plaza de San Marcos es uno de los lugares más bonitos que ver en Venecia. Situada al lado del Gran Canal, las Columnas de San Marcos y San Todaro dan la bienvenida al turista, al acceder a la plaza desde el Palacio Ducal.
Este es el centro neurálgico de Venecia y dónde se encentran muchos de los monumentos más importantes que visitar: la Basílica de San Marcos y su Campanile, el Palacio Ducal, el Museo Correr, el Museo Arqueológico Nacional, la Biblioteca Marciana y la Torre dell’Orologio.
Si eres amante de las cafeterías elegantes y recargadas, tampoco puedes perderte en esta plaza el Caffè Florian, pero prepara la cartera porque un capuchino vale 12 euros.
Nosotros entramos en todos los monumentos de la Plaza San Marcos, salvo en la Torre dell’Orologio. Si tienes tiempo, te los recomiendo todos porque son preciosos. En la Guía de Venecia, en la que te hablo del presupuesto que destinamos a las entradas a monumentos, encontrarás más información sobre las tarjetas para ahorrar dinero en ellos.
Torre dell’Orologio
La Torre dell’Orologio o Torre del Reloj, es la torre con un pórtico inferior que verás a la izquierda de la Basílica de San Marcos. Construída a finales del siglo XV, tiene un precioso reloj astronómico, con diferentes esferas que marcan las horas, los signos del zodiaco y las fases lunares.
La torre está coronada con dos figuras de bronce, conocidas como los moros, llamadas así por su color oscuro. Estas figuras están articuladas y tocan las campanas para dar las horas. La figura de la derecha tiene barba, y es conocida como el viejo, mientras que la de la izquierda, sin barba, es el joven. El viejo da las horas dos minutos antes y el joven dos minutos después, simbolizando el pasado y el futuro.
Puede visitarse con visitas guiadas en inglés o en italiano para ver el mecanismo y subir a su terraza. Tiene una vista privilegiada de la Basílica de San Marcos, aunque las mejores vistas a la ciudad las obtendrás desde el Campanile.
💰 Precio: 14 €. Puedes comprar la entrada y consultar los horarios en su web oficial.
Basílica de San Marcos
La Basílica de San Marcos o Duomo de Venecia, es el monumento más visitado de la ciudad y una auténtica joya de la arquitectura.
Es conocida como la Iglesia de Oro, ya que que está construida en un estilo predominantemente bizantino, en donde los mosaicos de oro son los protagonistas indiscutibles.
No te pierdas su Museo, ya que asciendes a una primera planta, desde donde puedes contemplar mucho mejor los mosaicos, y salir a una terraza exterior que tiene una vista excepcional de la Plaza San Marcos.
Si quieres saber más sobre cómo visitarla, los tipos de entradas, su historia, su arquitectura y qué ver en el interior, mira mi Guía de la Basílica de San Marcos.
Este fue el primer monumento que visitamos nada más llegar a la Plaza de San Marcos, por miedo a que hubiese mucha cola, pero en realidad no esperamos ni 10 minutos para entrar, pese a que llegamos a las 10 de la mañana.
La hora más recomendada para ver la Basílica es sobre las 12 de la mañana, ya que es cuando más luz entra por las ventanas y mejor se ven los mosaicos. Por ello, te recomiendo que llegues a primera hora a la Plaza de San Marcos y visites primero el Campanile, dejando para una hora más cercana al mediodía, la visita de la Basílica.
Campanile de San Marcos
Otro de los símbolos de la ciudad de Venecia es el espectacular campanario de 99 metros de la Catedral de San Marcos, conocido como el Campanile.
El campanario data del siglo XII, aunque su aspecto actual procede de una reconstrucción de principios del siglo XVI. En 1902, el campanario se derrumbó por culpa de unas obras, reconstruyéndose completamente en 1912.
Es un campanario exento, separado de la basílica y situado frente a ella. Tiene forma de torre cuadrada, con una base que mide 50 metros y sobre la que se encuentra el campanario. De las cinco campanas, solo la grande es original, ya que el resto se destruyeron en el derrumbe. En la parte superior, está coronado con una aguja verde con forma piramidal, sobre la que se encuentra una estatua del Arcángel Gabriel, que actúa a modo de veleta.
Puedes subir en ascensor a lo alto de su torre, desde donde hay unas maravillosas vistas de la ciudad.
Una curiosidad que me llamó muchísimo la atención, y que tiene que ver con el Campanile, es cómo se inagura el Carnaval de Venecia. Se hace mediante el llamado Vuelo del Ángel, en el que una joven desciende, colgada de un cable, desde lo alto del Campanile hasta la Plaza San Marcos.
🕒 Horario: todos los días de 9:30 a 21:15.
💰 Precio: 10 € (en taquilla). Puedes comprarla por anticipado en su web oficial.
Puente de los Suspiros y Riva degli Schiavoni
Una de las panorámicas que más me gustan de Venecia, es la que se obtiene del Gran Canal desde la Riva degli Schiavoni.
Al salir de la Plaza de San Marcos, verás en el Gran Canal todas las góndolas con la Basílica di San Giorgio Maggiore al fondo. Es una estampa preciosa y uno de los amaneceres más bonitos de Venecia. También puedes ver un bonito atardecer desde el lado opuesto, cruzando en Vaporetto hasta San Giorgio Maggiore.
Merece la pena recorrer Riva degli Schiavoni, el paseo marítimo que comienza en el Palacio Ducal y se extiende hacia nuestra izquierda, si miramos el canal de frente.
En pocos metros encontrarás el famoso Puente de los Suspiros, uno de los más bonitos de Venecia, por el que solo podrás transitar si visitas el Palacio Ducal, del que te hablo más adelante.
Este puente completamente cerrado, conectaba los juzgados del Palacio Ducal con la prisión. Su nombre fue utilizado por primera vez por el poeta Lord Bayron, haciendo referencia a los suspiros de los reos al atravesarlo y ver por última vez el exterior, antes de ser encerrados. Aunque como puedes ver en la Guía del Palacio Ducal, apenas puede verse nada desde sus minúsculas ventanas.
De todas formas, si no tienes interés en visitar el Palacio Ducal, no te preocupes. Lo más bonito es verlo desde el Puente della Paglia, en la propia Riva degli Schiavoni.
Continuamos paseando por el paseo marítimo hasta la Iglesia de Santa María de la Piedad, donde Vivaldi trabajó de profesor y en la que se hacen conciertos frecuentemente, para adentrarnos luego en el barrio de Castello. Recorremos este barrio, disfrutando de sus calles y canales, hasta llegar a la Librería Acqua Alta.
Libreria Acqua Alta
Esta librería se ha convertido en una de las atracciones de la ciudad más de moda en los últimos años. Es muy curiosa, ya que tiene montañas de libros por todos los lados.
Acqua Alta es el nombre que se da en Venecia cuando sube la marea e inunda parte de la ciudad. A esta libreria le afecta este fenómeno, y por ello, los libros están elevados para evitar que se estropeen.
Aunque libros estropeados por el agua tienen, y muchos. Con ellos han hecho unas escaleras a las que se puede subir para ver el canal o hacerte una foto de lo más instagramer.
Otro lugar magnífico para hacerse una foto es la góndola que tienen en una sala que da al canal, y en la que puedes sentarte. Ojo, porque a la sala se accede a través de otra estancia, situada a la derecha de la sala principal.
La entrada es gratuita, pero te advierto que está hasta arriba. No permiten la entrada con carritos de bebé, ya que no hay casi sitio para moverse.
Al salir de la librería nos fuimos a tomar el aperitivo italiano (en Italia también tienen la costumbre de tomar el Vermut antes de comer) y comimos en el Restaurante Santa María La Formosa. Elegimos este lugar porque era lo mejor valorado por la zona y tenia aire acondicionado, pero comimos el menú del día y no nos gustó mucho.
Basílica de San Zanipolo
Caminamos hasta la Basílica de San Giovanni y Paolo, que popularmente se conoce en Venecia como Basílica de San Zanipolo. Se encuentra en una preciosa plaza, el Campo de San Giovanni y Paolo (en Venecia a las plazas se las llama Campo).
Estuvimos dudando si visitarla y nos animamos a entrar, dado su bajo precio. Cuánto me alegré de la decisión ya que me pareció una iglesia asombrosa y diferente a todas las que había visto.
Esta magnífica iglesia gótica, que es la más grande de Venecia, fue construida en el siglo XIII por los Dominicos. En esta ella se enterraban habitualmente los Dux de Venecia.
Los Dominicos se financiaban asegurando a las familias benefactoras la posibilidad de ser enterradas aquí. Por ello hay un total de 150 tumbas y 54 monumentos funerarios, cada uno de los cuales son una obra de arte.
🕒 Horario: 9:00-18:00 (lunes-sábado); 12:00 – 18:00 (domingo).
💰Precio: 3,50 €.
Palacio Ducal
El Palacio Ducal es el impresionante palacio gótico que puedes ver en la foto de portada de este artículo. En su día, fue el edificio más importante de la ciudad, ya que era la Sede del Gobierno, el Palacio de Justicia y la residencia del Dux, la máxima autoridad durante un milenio de la República de Venecia.
Su mayor atractivo, al igual que en el Museo Correr, es su lujosa y recargada decoración, que trataba de demostrar el poder y la riqueza que tuvo la Republica de Venecia durante siglos. En esta Guía del Palacio Ducal puedes ver las maravillas que esconde en su interior, cómo visitarlo, los tipos de entradas y horarios.
Nosotros aprovechamos para verlo después de comer, ya que nuestro peque dormía la siesta en la silla de paseo y así evitabamos ir subiendo y bajando puentes con ella y, de paso, nos refugiábamos del calor a esas horas. Hicimos lo mismo al día siguiente, en la visita del Museo Correr.
Puente de Rialto
Terminamos la visita al Palacio Ducal a media tarde y dedicamos el resto del día a pasear por los canales y puentes situados entre la Plaza de San Marcos y el Puente Rialto.
Algunos de los puentes que más nos gustaron fueron el Puente dei Pignoli y el Puente dei Baretèri, situado uno frente al otro.
En esta zona no puedes dejar de ir a comerte un helado en la heladería Suso, la más famosa de la ciudad. Te aseguro que la fama es merecida. El helado de yogur con maracuyá estaba buenísimo y super refrescante.
Llegamos al Puente Rialto, otro de los iconos de Venecia. Este es uno de los lugares más bonitos de la ciudad y dicen que de los mejores para ver el atardecer, ya que desde él tienes una panorámica preciosa del Gran Canal. Nosotros nos fuimos antes de que se pusiera el sol porque el peque ya estaba cansado, pero intuyo que pueda estar llenísimo de gente, ya que normalmente hay que hacerse hueco para hacer una foto.
El puente de Rialto fue construido en 1591 por Antonio da Ponte, siendo el puente más antiguo de Venecia. Sustituyó al anterior, un puente flotante del siglo XII, pero según creció el comercio en el Mercado de Rialto, fue necesario hacer otro más resistente. En el interior del puente hay comercios de todo tipo, muchos de lujo, existiendo rampas con escaleras a ambos lados, que permiten recorrer el puente a pie.
Después de cenar, pasamos por la Plaza de San Marcos para verla de noche. Estaba preciosa, toda iluminada y ambientada con la música de las orquestas que ponen los restaurantes en sus terrazas. Uno de los motivos por lo que merece más la pena alojarse en la propia isla de Venecia, es poder pasear por ella de noche.
