Hoy tenemos por delante un día de plena naturaleza en la isla de Skye. Es la jornada en la que más altas expectativas tenía, ya que si viajas a Escocia buscando paisajes bonitos, en la isla de Skye encontrarás los más alucinantes. Y de todos ellos, se lleva la palma el Old Man of Storr, imagen típica de postal de la Isla de Skye que puedes ver en la foto de portada.
Este día también visitaremos otros lugares espectaculares de la isla de Skye: Kilt Rock, una impresionante cascada que desemboca en el mar, The Quiraing, otra zona de senderismo preciosa, y The Fairy Glen, un paisaje montañoso en miniatura. Estos son, junto con Neist Point Lighthouse, que vimos ayer, los lugares imprescindibles que ver en la isla de Skye.
En esta jornada no tendremos el cansancio de pasar tantas horas en coche, ya que todas las paradas se encuentran como máximo a 20 minutos, aunque pasaremos casi todo el día andando. Te dejo marcados todos los puntos de interés y la ruta en coche en el mapa que encontrarás al final del post.
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The Old Man of Storr
Comenzamos el cuarto día de ruta con uno de los platos fuertes del viaje: el ascenso al Old Man of Storr. Se trata de una ruta de senderismo fácil, de 4,5 km, aunque con bastante desnivel, que asciende hasta un pináculo puntiagudo de la montaña Storr (719 m), el Old Man of Storr. La ruta tiene una duración estimada de 2 horas, aunque nosotros fuimos muy despacio, al ritmo del niño, y tardamos 3 horas, 2 horas de subida y 1 hora de bajada.
Para llegar al inicio de la ruta, condujimos durante 15 minutos desde Portree y dejamos el coche en el parking destinado para ello. Su precio es de 5 libras, por 6 horas (precio mínimo). Nosotros sí encontramos sitio pero he leído que en verano se llena y la gente aparca en los arcenes, al igual que las autocaravanas, ya que no están permitidas en el parking.
Tras encontrar el cartel informativo de la ruta, cruzamos la puerta y comenzamos a andar por el sendero. Más tarde, nos encontramos un cruce y tomamos el desvío de la derecha. Volvemos a desviarnos a la derecha en otro cruce de caminos y un poco más adelante tendremos que cruzar otra valla. Os señalo en el mapa dónde está el Old Man, pero no tiene pérdida, ya que pronto se comienzan a ver al frente las formaciones rocosas a las que nos dirigimos.
Durante todo el camino, vamos mirando hacia atrás porque hay una vista espectacular del lago Leathan, mirando a la derecha, y del mar con la isla de Rassay al fondo. Esta vista, mejora a medida que ascendemos. A mitad de la ruta comienzan a aparecer un gran número de escalones.
Llegamos ya a la base de las dos formaciones rocosas que vemos durante casi toda la ruta y pasaremos entre ellas. La de la izquierda, es el Old Man, y la de la derecha, puntiaguda, es la Needle Rock.
Nuestro peque ha logrado subir hasta aquí, mientras jugaba con su padre a contar escalones. Veníamos preparados con una mochila de porteo porque no pensábamos que llegara hacer ni la mitad. Al llegar a esta zona, mi madre y el niño deciden quedarse aquí a esperarnos.
Sin embargo, merece muchísimo la pena, continuar por el camino de la derecha para ascender hasta el mirador. Te lo señalizo en el mapa, aunque no tiene pérdida y lo verás claramente a lo lejos. Aunque parece muy alejado, son solo 500 metros que se hacen muy cortos y es realmente lo más bonito de la ruta. Desde allí la vista del Old Man es espectacular, con el lago Leathan, la isla de Raasay y el Mar del Norte de fondo.
Al terminar la ruta, si tienes hambre, hay unos puestos ambulantes con comida rápida, cafés y bebidas.
Kilt Rock
De camino al restaurante donde vamos a comer, a tan solo 15 minutos del Old Man, se encuentra Kilt Rock, así que paramos un momento a verlo. Puedes aparcar allí mismo, con un coste de 3 libras, pero nosotros solo paramos 5 minutos y no pusimos ticket, ya que veíamos el coche desde donde estábamos.
Kilt Rock son unos asombrosos acantilados de 200 metros de altura, formados por columnas de basalto, fruto de la actividad volcánica de la costa oeste de Escocia. El nombre de los miradores tiene su origen en que recuerda a una falda escocesa, un Kilt, dado que los colores son similares. Desde el mirador, contemplamos también la cascada Mealt, de 60 metros de altura, que es la desembocadura del lago Mealt. Es impresionante ya que la cascada desemboca al mar a través del acantilado.
Tras esta breve parada, continuamos hacia el restaurante The Hungry Gull. Estaba bastante lleno y tuvimos que esperar a que hubiera una mesa libre, pero cierra tarde y la comida era decente. Tienen comida rápida, aunque bien elaborada y el fish and chips estaba muy rico.
The Quiraing
The Quiraing es una montaña de 543 metros formada por un desprendimiento de tierra. Desde el aparcamiento, parte una ruta de senderismo circular de 6, 5 km que lleva hasta la montaña. Nosotros ya no pretendíamos hacer otra ruta, pero tenía idea de caminar al menos hasta el mirador que te señalizo como Mirador Quiraing 2. Sin embargo, hacía un viento horrible, así que solo nos acercamos hasta el mirador que está al lado del parking (Mirador Quiraing 1). Como veis en la foto, el paisaje desde allí ya es una maravilla. Así que imagino que la ruta debe de ser muy bonita.
La escena nos recuerda al Storr, con diferentes formaciones rocosas, lagos y esa inmensidad de paisaje que continúa allá donde mires.
Como ya hicimos en Kilt Rock, no pagamos el parking, ya que además, el niño y mi madre no bajaron del coche. Creo recordar que costaba 3 libras.
The Fairy Glen
Llegamos hasta el Fairy Glen o Valle de las Hadas y encontramos un sitio al lado de la carretera, fuera del parking habilitado, pero que aparentemente es una zona para aparcar gratuitamente. No obstante, hay un parking situado al lado y el trayecto hasta llegar al Valle de las Hadas es de unos 400 metros.
Este valle, que parece un mundo en miniatura, está formado por multitud de formaciones rocosas, pequeñas colinas cónicas, lagos, cascadas y un terreno en muchas ocasiones ondulado, que confieren un aspecto mágico a este lugar.
Es un paisaje bastante curioso, aunque no me gustó tanto como el resto de lugares de la Isla de Skye. Quizá en otra época del año, con el paisaje más verde, llamé más la atención, si bien el color pajizo que tiene ahora me ha gustado muchísimo en otras localizaciones.
Se pueden ver también espirales de piedra y piedras apiladas en montículos que los turistas han ido haciendo en los últimos años, fruto de falsas leyendas sobre dejar ofrendas a las hadas. Lo cierto, es que esto altera el entorno y los vecinos piden que no se realice.
Una de las mejores panorámicas se obtiene desde lo alto de las colinas. Desde allí parece un bosque hecho a escala, en diminuto. Como ya es habitual en Skye, vimos también ovejas pastando.
Portree
Llegamos con el tiempo justo para poder visitar la localidad donde nos alojamos antes de que anochezca. Portree, aunque es la capital de la Isla de Skye, tiene poco más de 2000 habitantes, siendo un pueblecito pequeño. Sin embargo, es muy turístico, ya que es un lugar perfecto como base para alojarse y ver el resto de la isla.
El principal atractivo de Portree es su precioso puerto con casitas de colores, utilizadas principalmente como hoteles y restaurantes. En ellos, encontrarás bastante marisco y pescado fresco.
Muy cerca del puerto, parte una calle que nos lleva hasta un parque conocido como The Lump, lugar donde se celebran los juegos de las Highlands. Al lado, encontrarás el Torreón del Boticario, desde donde se obtienen muy buenas vistas del puerto y de la Isla de Rassay. Volvemos sobre nuestros pasos y callejeamos un poco más por las calles céntricas, pero realmente no vemos mucho más que ver.
Ya casi ha anochecido, así que nos vamos a tomar algo a una antigua iglesia reconvertida en un pub. Esto es muy habitual en Escocia, usar antiguas iglesias que ya no están en uso como pubs, tiendas, etc. Después, nos volvemos a cenar a nuestro apartamento, ya que aún tenemos bastantes sobras de comida y tenemos ganas de descansar.
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