Hoy nos espera un largo recorrido el coche. El trayecto desde Fort William hasta la primera parada en la Isla de Skye es de dos horas y media, pero tenemos que atravesar el Valle de Glen Shiel, así que realizamos varias paradas por el camino para contemplar las vistas. Ya en Skye, hacemos una breve parada en Sligachan antes de comer, para después realizar la ruta al Neist Point Lighthouse, el faro más fotografiado de Escocia que probablemente te haya sonado familiar al ver la foto de portada.
Índice de contenidos
Cómo llegar a la Isla de Skye
Hay dos maneras de acceder a la Isla de Skye:
1. A través del Puente de Skye, situado muy próximo al famoso Castillo de Eilean Donan.
2. Cogiendo el ferry en Mallaig que te lleva hasta Armalade, un pueblecito al sur de la Isla de Skye.
La primera opción te permite ver el Castillo de Eilean Donan, que es absolutamente imprescindible su visita, por lo que yo al menos la elegiría en el viaje de ida o de vuelta a la isla de Skye.
La segunda opción puede ser interesante si vienes desde Fort William y quieres visitar el Viaducto de Glenfinnan, ya que ahorras bastantes kilómetros. Sin embargo, tienes que cuadrar tu ruta con los horarios del ferry, lo cual puede ser complicado en invierno. Desde finales de octubre a finales de marzo, solo hay dos ferrys. Sin embargo, en horario de verano hay bastantes horarios, con un total de nueve salidas. Puedes consultar los horarios y precios de los ferrys aquí.
Además, es probable que si haces tu viaje en temporada de invierno, no te resulte tan interesante acercarte hasta el viaducto, ya que su principal atractivo es ver pasar el Jacobite Express, el tren de Harry Potter, y este solo circula desde abril hasta octubre. Si quieres puedes visitar su página oficial aquí para ver sus horarios o reservar un billete online.
También debes tener en consideración que el ferry te deja en la parte sur de la isla, mientras que por carretera llegas a la parte central. Así que, si por falta de tiempo no tienes intención de ver el sur de la isla (cosa que no te aconsejo ya que toda la isla es preciosa), el ferry no sería la mejor opción.
Nosotros, dado que el viaje fue a finales de marzo, decidimos no ir a ver el Viaducto de Glenfinnan para no hacer tantos kilómetros, pese a que parece espectacular, y llegamos a la Isla de Skye a través de su puente.
Valle de Glen Shiel
El camino desde Fort William hasta la Isla de Skye es una auténtica pasada. La primera parte del camino es la misma que ayer, bordeando el Loch Lochy, pero las montañas están cubiertas de nubes y hoy la imagen es más bonita.
Nos desviamos dirección Skye y comienzan a aparecer una serie de lagos entre montañas nevadas, notándose mayor altitud. Comienza a nevar y cada vez el paisaje es más montañoso. Paramos en los miradores de Loch Loyne y Loch Cluaney, el último con unas vistas preciosas. A partir de aquí, la carretera es espectacular.
Discurre entre imponentes montañas nevadas, situadas tan próximas que parece mentira que allí hayan construido la carretera.
El paisaje empieza a suavizarse al llegar al Loch Duich, y al final de éste vemos desde la carretera el Castillo de Eilean Donan. Contenemos las ganas de parar en los miradores, ya que vamos mal de tiempo, y entramos a Skye por su puente.
A los pocos kilómetros comienzan a aparecer de nuevo, a nuestra izquierda, las montañas de color pajizo, llenas de brezo marrón, que tanto nos han gustado. A nuestra derecha parece que estemos viendo un lago, pero es en realidad el mar y una sucesión de islas.
Por casi todo Skye, cuando circulas por la carretera de la costa, puedes ver el mar y, a muy pocos kilómetros, tierra, ya que está rodeada de islas y también hay muchos fiordos.
Sligachan Old Bridge
Nuestra primera parada en Skye es el puente viejo de Sligachan. Es un bonito puente de piedra con las montañas Cuillin de fondo.
Nuestra intención era ir seguidamente a ver las Fairy Pools, pero nuestro peque parece que ya necesita una siesta y no creemos que vaya a andar mucho. Así que decidimos suprimir esta parada e ir directamente a comer.
El restaurante en el que comimos, el Old Inn está a 15 minutos en coche. Comimos comida escocesa con toques modernos. Nos costó 72 libras. Muy recomendable y la cocina abre hasta tarde, porque a las 3 nos íbamos y aún entraba gente a comer.
Neist Point Lighthouse
Tras comer, nos dirigimos a ver una de las imágenes icónicas de la isla de Skye: el faro Neist Point.
Como es habitual en Skye, la carretera es bastante estrecha, en su parte final, pero nos ofrece unos paisajes maravillosos. Más, si cabe, si aparece por allí alguna ovejita.
Tras casi una hora, llegamos al aparcamiento de Neist Point Lighthouse, donde podemos dejar el coche gratuitamente. Allí comienza un sendero fácil, aunque con un primer tramo de escaleras, que nos llevará hasta el faro en una caminata de unos 30 minutos. Aunque si te conformas con ver el faro desde lejos, en unos 20 minutos podrás observarlo. Durante el camino vemos ovejas pastando por algunas zonas.
En total, tardamos alrededor de una hora en toda la ruta. La ruta no es accesible para hacerla con cochecito de bebé o silla de ruedas, aunque sí lo veo apto para niños pequeños, si ya son capaces de caminar ese tiempo. Lo único duro de la ruta es subir el último tramo, aunque es corto. Pero siempre puedes hacer como yo, y aprovechar para pararte y seguir haciendo mil fotos 😀.
Si el día está despejado, observarás frente a ti las islas Hébridas Exteriores. Nosotros sí pudimos verlas cuando empezó a dejar de llover. Si miráis la siguiente foto, se asoman en el horizonte por debajo de las nubes.
Dicen que el lugar es idóneo para avistar ballenas, tiburones y delfines. ¿Cómo es posible que me haya traído unos prismáticos desde España y se me olviden sacarlos del maletero para la ruta?
La verdad es que hacía un tiempo de perros. Estaba lloviendo y yo terminé con mi abrigo, supuestamente impermeable, empapado. Además, como es habitual en Neist Point Lighthouse, hacía un viento de mil demonios. Mi madre decidió que no quería hacer la ruta y se quedó con el niño, que estaba durmiendo en el coche. Si no, no sé cómo lo hubiéramos hecho con ese tiempo.
Emprendemos ya el camino de vuelta hasta Portree, la ciudad más grande de la isla, donde vamos a alojarnos los siguientes dos días en el Home Farm Apartments.
Antes de ir al alojamiento, pasamos por un supermercado, el Co-op Food Portree, que abre hasta las 22:00, para comprar algo para cenar esta noche y así aprovechar para lavar la ropa tranquilamente.
Sigue leyendo el diario de viaje: Día 4 de ruta por Escocia: norte de la Isla de Skye
