Visitar el Castillo de Neuschwanstein por dentro: qué ver, historia, horarios y precios

Visitar el Castillo de Neuschwanstein por dentro, también conocido como el Castillo del Rey Loco, es como entrar en un cuento de hadas. Seguro que has visto infinidad de veces el castillo que aparece al inicio de las películas de Disney. Pues bien, Walt Disney se inspiró en el Castillo de Neuschwanstein para crear su famoso Castillo de la Bella Durmiente.

El Castillo de Neuschwanstein es un lugar que te dejará sin palabras, una visita que nunca se olvida. Su estética romántica, inspirada en los castillos medievales de los cuentos, y su entorno espectacular, encaramado en una colina rodeada de bosques y montañas de los Alpes Bávaros, hacen de este castillo un lugar de ensueño. Su construcción, sin embargo, no estuvo exenta de polémica, como te cuento más adelante en la historia del castillo.

Esta es una de las mejores excursiones que hacer desde Múnich y uno de los puntos de inicio de la Ruta Romántica de Baviera, a la que nosotros dedicamos los siguientes días de viaje. Quédate y te cuento todo lo necesario para visitar y disfrutar del Castillo de Neuschwanstein: cómo llegar desde Múnich, la historia del castillo, qué ver en su exterior e interior, horarios, precios y los mejores consejos para aprovechar al máximo tu visita. Como siempre, tienes un mapa al final del artículo con todos los puntos de interés.

Cómo llegar al Castillo de Neuschwanstein desde Múnich

Füssen está situado a solo 4 km del Castillo de Neuschwanstein y el trayecto por carretera hasta allí nos pareció una auténtica maravilla. Al haber decidido visitar el Castillo de Neuschwanstein en invierno, tuvimos la suerte de contemplar los Alpes Bávaros cubiertos de nieve, un espectáculo que añadió aún más encanto al paisaje.

Si dispones de 2 o 3 días, te aconsejo que hagas noche en Füssen y aproveches para conocer esta ciudad y otros lugares interesantes de esta región, como Oberammergau, el pueblo de las casitas de cuentos, la Iglesia de Wies, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, o el Palacio de Linderhof, otra de las obras maestras que el Rey Loco mandó construir.

Parking del Castillo de Neuschwanstein

En la zona de las taquillas donde se compran las entradas, encontrarás varios parkings disponibles. El más cercano a las taquillas es el P3, pero si ya has reservado tus entradas online para visitar el Castillo de Neuschwanstein, te recomiendo que optes por el P4, desde donde parten los autobuses lanzadera hacia el castillo.

El precio único para todos los parkings es de 12 €, independiente del tiempo de permanencia, no habiendo opciones de aparcamiento gratuito. Si buscas una alternativa más económica, considera llegar en autobús desde Füssen.

Cómo subir al Castillo de Neuschwanstein

Independientemente de si llegas al castillo en coche o autobús, tu punto de partida será la zona de las taquillas donde se venden las entradas. Desde allí, deberás realizar una caminata de unos 30 minutos por una pendiente bastante empinada para llegar al castillo. Si prefieres una opción más cómoda, puedes tomar los autobuses lanzadera, que te dejan cerca del famoso puente de Marienbrücke. Desde allí, solo tendrás que caminar unos 10 minutos hasta la entrada del castillo.

En nuestro caso, optamos por subir en autobús y bajar caminando hasta el parking. Pensábamos que el sendero ofrecería vistas panorámicas del castillo, pero no es así. Aunque es un camino agradable por un bosque muy bonito, las vistas son similares en los alrededores del puente Marienbrücke, por lo que no nos parece un paseo imprescindible.

Consejos para visitar el Castillo de Neuschwanstein

1. Compra las entradas con suficiente antelación

Para evitar que en temporada alta puedas encontrarte con la desagradable sorpresa de que las entradas para el día de tu visita están agotadas, te recomiendo que las compres online de manera anticipada. El precio por los gastos de gestión es de 2,50 € por entrada.

Si al intentar adquirirlas por internet no encuentras disponibilidad, no te preocupes: en las taquillas del castillo reservan un número limitado de entradas para venta directa. Sin embargo, es fundamental que llegues a primera hora para aumentar tus posibilidades de conseguirlas.

2. No subas al Castillo sin tu entrada

Antes de iniciar la subida al Castillo de Neuschwanstein, asegúrate de haber comprado tu entrada. Recuerda que las taquillas no están en la entrada del castillo, sino en la parte inferior, junto al parking.

3. Comprueba si el puente de Marienbrücke está abierto en invierno

El puente de Marienbrücke suele cerrarse en invierno cuando las condiciones meteorológicas lo hacen inseguro, algo bastante frecuente en esta época del año. Nosotros tuvimos la suerte de encontrarlo abierto en diciembre, a pesar de estar a -5 °C, probablemente porque no había nevado recientemente.

En la zona de las taquillas encontrarás paneles informativos que actualizan diariamente el estado del puente. Además, puedes verificarlo online en la misma página oficial que te mencioné antes para comprobar la disponibilidad de los autobuses lanzadera.

4. Ten en cuenta las restricciones para cochecitos de niños y mochilas portaniños

Esta información es importante tenerla en cuenta para planificar tu visita al Castillo de Neuschwanstein por dentro con niños pequeños. Los carritos de bebé no están permitidos en el interior del castillo, pero podrás utilizarlos hasta la entrada del recinto, donde hay una zona habilitada para dejarlos.

En cuanto a las mochilas portaniños, sorprendentemente tampoco están permitidas, según figura en la página oficial del castillo, aunque no pudimos corroborarlo personalmente. Todas las mochilas de gran tamaño están prohibidas en el interior del castillo. En la entrada encontrarás una estructura donde podrás comprobar si tu mochila o bolso cumple con las dimensiones permitidas. Si no es así, tendrás la opción de dejarlas en las taquillas habilitadas en la entrada.

Horario y precio de las entradas al Castillo de Neuschwanstein

La visita al Castillo de Neuschwanstein por dentro se realiza mediante recorridos guiados a través de audioguías. En algunos horarios específicos, también se ofrecen visitas guiadas presenciales en alemán o inglés.

El recorrido dura aproximadamente 30 minutos, y durante toda la visita estarás acompañado por el personal del castillo, que activa las audioguías en cada sala. Por este motivo, es imprescindible llegar con puntualidad.

El precio de las entradas al Castillo de Neuschwanstein es el mismo en línea que en taquilla, aunque el primero conlleva un recargo de 2,50 € por los gastos de gestión. Puedes adquirir anticipadamente las entradas online en su página oficial de venta de entradas.

💳 Para pagar sin comisiones en Europa y evitar los cargos que aplican algunos bancos al usar la tarjeta en el extranjero, yo uso la tarjeta N26. Además, permite sacar efectivo gratis hasta dos veces al mes en cualquier cajero de la zona euro. Puedes abrir tu cuenta aquí y llévarla siempre contigo en tus viajes.

Historia del castillo de Neuschwanstein

El Castillo de Neuschwanstein es conocido, además de por su magnífica arquitectura, por su historia ligada a la figura del Rey Luis II de Baviera, quien lo mandó construir en 1869. Luis II de Baviera, conocido como el Rey Loco, era un personaje bastante excéntrico que no disfrutaba de su cargo y anhelaba un refugio donde poder vivir de acuerdo a sus ideales de romanticismo y belleza.

Fascinado por los castillos medievales, el Rey Loco, no solo mandó construir Neuschwanstein, sino otros dos castillos más, que son en realidad palacios: el Palacio de Linderhof y el Palacio de Herrenchiemsee. Aunque nosotros, en esta ocasión, no pudimos visitarlos, los conocí de niña y te puedo asegurar que merecen la pena.

El Castillo de Neuschwanstein era, sin embargo, su mayor proyecto. El Rey Loco se había criado en el Castillo de Hohenschwangau, construido por su padre, y quiso levantar sobre las ruinas de una cercana fortaleza, un castillo al estilo medieval inspirado en los cuentos de hadas.

Luis II era un gran admirador del compositor Richard Wagner, y sus óperas influyeron profundamente en el diseño de Neuschwanstein. En particular, la obra Lohengrin se convirtió en una referencia clave, inspirando murales, esculturas y otros elementos decorativos que evocan escenas de caballeros, castillos y mitología.

La construcción de Neuschwanstein representó un auténtico desafío debido al terreno escarpado e inestable en el que se erigió. A pesar de las dificultades, Luis II de Baviera insistió en incorporar las tecnologías más avanzadas de la época. El castillo contaba con agua corriente, electricidad y hasta un sistema de comunicación entre habitaciones, características innovadoras que aumentaron significativamente los costes.

Esta inversión sin límites provocó graves problemas financieros para el monarca. En 1886, al ignorar repetidas advertencias de embargo, Luis II fue declarado incapaz de gobernar y obligado a abandonar Neuschwanstein sin verlo finalizado. Trágicamente, solo dos días después, apareció sin vida en el Lago Starnberg bajo circunstancias nunca aclaradas, a pesar de ser un excelente nadador, lo que sumó misterio a la leyenda del Rey Loco.

Tan solo siete semanas después de la muerte del monarca, el castillo abrió sus puertas al público, convirtiéndose desde entonces en una importante fuente de ingresos para el estado alemán. Las partes del castillo que aún estaban sin terminar vieron acelerada su construcción para completar este símbolo del romanticismo bávaro. Tras la muerte de Luis II, el castillo fue renombrado como Neuschwanstein, que significa nuevo cisne de piedra, en referencia a su silueta, a la heráldica de la familia real y a las múltiples alusiones a la figura del Caballero del Cisne de la ópera Lohengrin, presentes en la decoración.

Una última curiosidad del castillo: durante la Segunda Guerra Mundial, los nazis lo utilizaron para esconder más de 20.000 obras de arte que habían expoliado por Europa.

Qué ver en el exterior del Castillo de Neuschwanstein

Pasear por los exteriores del castillo, entre los bosques de los Alpes Bávaros, es una de las mejores experiencias de la visita a Neuschwanstein. Según vas ascendiendo por el camino al castillo, tendrás unas vistas fabulosas, no solo del castillo, sino también de las montañas, el lago Alpsee y el Castillo de Hohenschwangau.

Lo más recomendable es comenzar dando un paseo por los exteriores del castillo antes de visitar el Castillo de Neuschwanstein por dentro, para tener una visión general de este y de su entorno.

El lugar indispensable en el exterior del Castillo de Neuschwanstein que no puedes dejar de visitar es el Puente de Marienbrücke, desde el que tendrás la típica vista panorámica que puedes ver en la foto de portada de este artículo.

Después de visitar el Castillo de Neuschwanstein, cuando regreses a la zona inferior del parking, no te pierdas el lago Alpsee. Está a tan solo 5 minutos y hay un paseo precioso alrededor del lago.

El Castillo de Neuschwanstein por dentro

Visitar el interior del Castillo de Neuschwanstein es como adentrarse en un cuento medieval. Cada rincón rezuma opulencia: paredes cubiertas de frescos detallados, suelos embellecidos con mosaicos o techos decorados con cúpulas de estrellas, todo en un ambiente lleno de detalles dorados y textiles de seda que realzan su majestuosidad.

El recorrido por el interior está perfectamente organizado: durante 30 minutos se recorren 14 salas del castillo, acompañados por un guía. Aunque el tiempo puede parecer justo, es suficiente para disfrutar de cada estancia, ya que no se permite tomar fotografías ni grabar vídeos.

A continuación te doy una breve pincelada de las estancias más espectaculares del castillo.

Salón del trono

Esta estancia es la que más te impresionará al visitar el Castillo de Neuschwanstein, ya que combina de forma única la arquitectura medieval con el estilo de las iglesias bizantinas. Refleja la visión que tenía Luis II de sí mismo como un mediador entre lo divino y lo terrenal. En el espacio destinado al altar, se proyectó ubicar el trono, aunque nunca llegó a colocarse debido a la prematura muerte del monarca.

La impresionante sala dorada incluye una descomunal lámpara de araña de 4 metros de altura y una cúpula decorada con estrellas. Su diseño se inspiró en Santa Sofía de Estambul y en la Iglesia de la Corte de la Residenz de Múnich.

Comedor

Este lujoso comedor está decorado con tapices y cortinas de seda roja, adornadas con bordados dorados. Las paredes representan escenas de caballeros medievales, juglares y héroes germánicos, entre los que destaca Sigfrido. Este mítico personaje, que inspiró una ópera de Wagner, es célebre por la leyenda en la que derrota a un dragón y se vuelve inmortal al bañarse en su sangre.

Dormitorio de Luis II

Esta es otra de las estancias más bonitas del Castillo, gracias a su exquisita decoración, entre la que destaca la cama tallada en madera, una auténtica joya artesanal.

Las paredes muestran escenas de la leyenda de Tristán e Isolda, la cual también inspiró otra de las obras de Wagner. Otro detalle que no pasa desapercibido son los elementos decorativos con forma de cisne, especialmente el grifo del lavabo con la forma de este animal.

Salón

La sala de estar, dividida en dos áreas mediante una arcada con columnas, está decorada con referencias a la saga de Lohengrin, una de las óperas de Wagner, que inspiró varios elementos de este espacio.

Gruta

Una de las estancias más llamativas es esta gruta artificial, originalmente con una cascada y luces de colores que pretendían recrear la entrada de la leyenda de Tannhäuser, otra ópera de Wagner. Desde aquí, se accede a un jardín de invierno.

Sala de los cantantes

Junto con la sala del trono, esta es una de las estancias más importantes del castillo. Inspirándose en el Castillo de Wartburg, combina dos salas de esta fortaleza, la sala de festivales y la sala de cantantes, formando una única sala. Las paredes muestran leyendas medievales en las que se inspiraron las óperas de Wagner, como Parzival, Lohengrin y Tannhäuser.

Mirador de la cafetería

Una vez finalizada la visita, no te olvides de asomarte a la terraza de la cafetería antes de salir del castillo. ¡Tiene un mirador precioso a los Alpes y al lago Alpsee!

Si deseas obtener más detalles sobre el interior del Castillo de Neuschwanstein, en su página web oficial encontrarás un recorrido por cada sala, acompañado de fotografías y descripciones detalladas de cada estancia.

Dónde dormir cerca del Castillo de Neuschwanstein

El Castillo de Neuschwanstein puede visitarse perfectamente en una excursión de un día desde Múnich, ya sea por libre o en tour organizado. Sin embargo, esta zona de Baviera ofrece unos paisajes espectaculares y numerosos lugares interesantes, así que, si tienes más tiempo, te recomiendo pasar al menos una noche cerca del castillo.

Nosotros decidimos hospedarnos en la Pizzería Taormina, a 12 km de Füssen. Es una opción sencilla pero funcional, con habitaciones limpias, un desayuno muy completo y un restaurante italiano en el mismo edificio que sirve pizzas al horno de leña increíbles. Como teníamos pensado ir en coche al castillo, no nos importó alojarnos un poco más lejos y ahorrarnos algo de dinero. Además, cenar allí fue todo un acierto: por dos platos de pasta, una pizza, una copa de vino y agua pagamos solo 38 €. ¡Una relación calidad-precio fantástica!

Si prefieres quedarte más cerca del castillo o buscas una experiencia un poco más especial, aquí tienes una selección de alojamientos recomendados en la zona.

Si estás planificando una ruta por el sur de Alemania, en nuestra Guía de Baviera encontrarás un itinerario de 7 días, consejos prácticos para organizar tu viaje e información sobre los principales mercadillos navideños.